jueves, 31 de marzo de 2011

Viernes III Cuaresma

El mandamiento del amor tiene dos partes: amar a Dios y amar al prójimo. Santa Catalina de Siena, refiriéndose a la promesa del Señor de que “donde hay dos o más reunidos en su nombre que Él estará con ellos”. Entiende que los dos están en disposición de guardar el primer y principal mandamiento, cuando es así, podemos decir que estamos reunidos en su nombre. Si falta la caridad ninguna multitud, por grande que sea, es capaz de hacer presente al Señor. Pero donde hay amor Dios está presente.

Recordemos también a 1Jn 4,20 “si no amas al prójimo a quien ves como puedes amar a Dios a Quien no ves” y también dirá “quien dice que ama a Dios y no ama a su hermano, miente” 

El tiempo cuaresmal nos invita a hacernos preguntas verdaderas. Y desde ellas cambiar el interior. Eso supone tomarse en serio la propia vida espiritual; dejar de verla como algo secundario y afrontarla en serio. Así lo hace el escriba. Su pregunta, traducida a nosotros, dice: ¿qué es lo más importante de mi vida? ¿Dónde debe estar el centro de todo lo que haga?  ¿Qué es lo que no debe faltarme?

Puestos delante del Señor tenemos que preguntar aquello que ya sabemos. El escriba conocía ya la respuesta del Señor. Pero necesitó confirmar ante el mismo Hijo de Dios lo que ya sabía.

Sobre la confesión

El Papa pide que dediquen más tiempo a confesar

El crucifijo, expresión de la identidad cultural y religiosa

Presentamos la declaración del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sobre la sentencia de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

"La sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la exposición obligatoria del crucifijo en las aulas de las escuelas públicas italianas se ha recibido con satisfacción por parte de la Santa Sede

  "Se trata de una sentencia histórica, como demuestra el resultado al que ha llegado la Gran Sala al final de un examen profundo sobre la cuestión. De hecho, ha rebatido desde todos los puntos de vista una sentencia de primera instancia, adoptada por unanimidad por una Cámara del Tribunal, que suscitó no sólo el recurso del Estado Italiano, sino también el apoyo de numerosos Estados europeos, como nunca antes había sucedido, y la adhesión de muchas organizaciones no gubernamentales, expresión de un amplio sentimiento de la población.

  "Se reconoce, por tanto, a un nivel jurídico sumamente autorizado e internacional que la cultura de los derechos del hombre no debe ponerse en contraposición con los fundamentos religiosos de la civilización europea, a los que el cristianismo ha dado una contribución esencial. Se reconoce, además, según el principio de subsidiariedad, que es un deber garantizar a cada país un margen de aprecio del valor de los símbolos religiosos en la propia historia cultural y en la identidad nacional y del lugar de su exposición (como ha sido confirmado en estos días también por sentencias de tribunales supremos de algunos países europeos). En caso contrario, en nombre de la libertad religiosa, se tendería paradójicamente a limitar o incluso a negar esta libertad para excluir de la vida pública toda manifestación. De este modo, se violaría la misma libertad, obscureciendo las identidades específicas y legítimas. El Tribunal sentencia, por tanto, que la exposición del crucifijo no es adoctrinamiento, sino expresión de la identidad cultural y religiosa de los países de tradición cristiana.

  "La nueva sentencia de la Gran Sala es bien acogida también porque contribuye eficazmente a restablecer la confianza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por parte de una gran parte de europeos, convencidos y conscientes del papel determinante de los valores cristianos en su propia historia, pero también en la edificación de la unidad europea y en su cultura de derecho y de libertad".

Presentamaos la declaración del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el 19 de marzo por la tarde sobre, la sentencia de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

lunes, 28 de marzo de 2011

Martes III Cuaresma

Pena y Culpa

Perdonar significa liberar a otro de la culpa y, a veces, preferimos mantenerlo en ella. Pero la culpa destruye al hombre. Otra cosa es la pena. Las personas, cuando hacemos mal las cosas, deseamos pagar por ello. Porque nos sabemos culpables queremos ser castigados para pagar así nuestra culpa. Son dos cosas distintas, aunque íntimamente unidas.

Dios perdona sin medida. Por su infinita misericordia perdona todos los pecados a quien se arrepiente. Así nos libera del peso de la culpa. También, a veces, si nuestro arrepentimiento es muy grande, nos libera de las penas que mereceríamos por nuestros pecados. Así de bueno es Dios.

El perdón que Dios nos da es consecuencia de su misericordia. Por su amor infinito desde el mismo momento en que nosotros pecamos ya está buscando la manera de perdonarnos. En su corazón ya hemos sido perdonados, pero para recibirlo es necesario que seamos capaces de acogerlo. Hay que pedir perdón.

domingo, 27 de marzo de 2011

III Domingo de Cuaresma

Querida Samaritana, que recibiste del agua que brota para la vida eterna, debió de ser un tanto sorprendente ver como se cambiaban los papeles, de decirle al Señor “que agua me vas a dar si no tienes cubo para sacarla”, a encontrarte ante quien a ti te pedía, pidiéndole para dejar de tener sed.

Un momento con Jesús siempre es una gracia, todos nosotros podemos encontrarnos con Cristo, pero eso no nos convierte directamente en seguidores suyos, necesita de un proceso tranquilo y confiado, porque siempre encontramos en el camino cosas que nos distorsionan la percepción, apartándonos del camino, es el tributo a la condición humana.

Necesitamos dar el paso a la transformación, a la oración, a la confesión que nos libre de esa carga que nos hace sentirnos más débiles, tristes y desafortunados, dejándonos sedientos de felicidad y de amor para poder disfrutar de esa agua viva que brota para la vida eterna.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Miércoles II Cuaresma

Podríamos pensar que desconsiderados son la madre y sus hijos los Zebedeos; el Señor acaba de decir que será entregado, azotado y crucificado y ellos igual que nosotros XXI siglos después pensando en otra cosa, el éxito, el dinero, el poder y un largo etcétera, podríamos decir que solo son dos, pero es que los otros diez no estaban indignados porque les pareciera que no era oportuno el momento, después de lo que acababa de decir, su indignación era porque tenían miedo de que les quitaran el sitio.

El pobre Señor me imagino que antes de reunirlos para decirles que: “el que quiera ser grande entre vosotros, que sea  vuestro servidor”, sentiría algo así como cuando tu estás abriendo tu corazón a alguien y te dice, vale ya me lo contarás que tengo cosas más importantes que hacer, como ver la televisión, hacer crucigramas o cosas por el estilo, tampoco es para ponerse así, solo está diciendo que a venido a dar su vida en rescate por nuestros pecados, que sufrirá y lo matarán colgándolo de la cruz, y todo eso por mi, “que tengo cosas más importantes que hacer”, en estos momentos solo me viene a la cabeza el Sal 103, 10:  “[El Señor] no nos trata como merecen nuestros pecados”.

¿Todavía sigues pensando que no necesitas conversión?

martes, 22 de marzo de 2011

Martes II Cuaresma

El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

Tal y como se lee, parece que habla de la humillación voluntaria, la de la renuncia a tener la razón parra evitar conflictos, la de dar el brazo a torcer y reconocernos infalibles y cosas por el estilo.

Es que a veces, da la impresión de que tenemos que ir dándole las gracias a los que nos humillan, porque nos hacen más fácil el camino del cielo, pues bueno, gracias, pero no os esforcéis tanto que hay más gente en el mundo, no es por nada pero también dice: “Lavaos, purificaos, apartad de mí vista vuestras malas acciones: dejad de obrar mal, aprended a obrar bien, buscad la justicia, defended al oprimido. Entonces, venid y litigaremos- dice el Señor”.

Ojalá pusiéramos el mismo empeño en hacer el bien, lo difícil es que para hacer el bien hay que estar cerca del que es el mismo Bien, entonces nos daremos cuenta de lo preciosa que es nuestra vida y querremos disfrutarla, saborearla y compartirla, descubriendo lo que perdemos cuando nos alejamos de nuestra propia vida para vivir la de los demás, vive tu vida y disfrutala.

domingo, 20 de marzo de 2011

Lunes II de Cuaresma

Que bien nos conoce Dios, aunque no tiene mérito porque Él nos ha creado, pero si alguien tiene alguna duda sería comprensible solo con leer el evangelio de hoy (Lc 6,36-38).

Como sabe cuanto nos queremos, nos vuelve a poner de ejemplo a nosotros mismos, para saber lo que espera de nosotros, respecto a los demás.

No hagáis a los demás lo que no queréis que os hagan a vosotros, que sencillo, verdad; no juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis perdonados.

Fácil de comprender, pero si queda alguna duda el evangelio termina así: “la medida que uséis, la usarán con vosotros”.

También esto es carnaval

Ya hace tiempo que no voy a los carnavales, pero mis amigos de APPRECEACORDOBA que todavía se acuerdan de mi, me han mandado un enlace que me ha ilusionado escuchar y pongo la letra porque no todo el mundo tiene el oído para entenderla.

Aquí podéis encontrar las letras hay otra preciosa que se llama “no tengo un vientre” que merece la pena escuchar.

Cada vez que digo que yo soy creyente

Aparece algún valiente que me juzga,

Con la voz cobarde del intransigente

Que surge siempre de la censura.

Esos que presumen ser inteligentes

Y van buscando su razón en la incultura

Porque no entienden que la Fe me haga más fuerte.

Que simplemente es un invento de los curas

Que surge nada más,

Que surge por el miedo hacia la muerte.

Y a quién se ofende si le doy gracias a Dios,

Y a quién se ofende si le pido protección,

Qué más me da quién me comprende

Si el creer me hace más fuerte

Y me hace ser mejor persona.

Si a Dios lo encuentro solamente en el amor

Y no en las manos indecentes,

Que se justifican si le adoran

Ni en las manos pederastas,

Ni de aquellos que mataran

Y juraran en su nombre.

Dios está en las manos del que ayuda

Del que no pregunta nunca

Y que perdona los errores.

Ese es el Dios que me llena

Ese es el Dios que ilumina

Y si en el mismo día en que me muera

Compruebo de verdad que no existiera

La misma Fe que muchos tirarían

Si me hizo ser feliz toda mi vida

Ya habrá valido la pena,

Ya habrá valido la pena.

Inauguran nuevas instalaciones en la cova

Hoy tenemos la inauguración de las nuevas instalaciones de la cova del Pare Palau a las 17:00h, Luego os contaré como ha sido la celebración.

martes, 15 de marzo de 2011

Día del seminario, faltan 4 días

Nuestro obispo emérito Francesc Xavier nos recordaba no sé hace cuanto pero si el qué:

“En el Día del Seminario, recemos por nuestros seminaristas. Ayudemos con nuestra colaboración a que el Seminario sea la institución diocesana fundamental, donde los jóvenes reciban la adecuada preparación para poder entregarse, generosamente, a glorificar al Padre Dios, dándose al servicio de todos y para que los jóvenes descubran en el ministerio sacerdotal un camino necesario para servir a los hombres y mujeres de hoy, anunciándoles el amor de Dios.”

Francesc Xavier Ciuraneta Aymí, Bisbe emèrit de Lleida

Martes I Cuaresma

Señor enséñanos a orar, preciosa súplica que el Señor pone en nuestro corazón, como cuando le dice a Pedro, “eso que has dicho tu, te lo ha revelado mi Padre que está en los cielos” (Cf. Mt 16, 16-18).

A Dios le encanta hablar al corazón, hasta el punto de permanecer en nuestro corazón cuando nosotros, sarmientos, nos insertamos en Él, la vid, por el bautismo; y desde nosotros, ama al Padre y a nuestros hermanos, que maravilloso estado de paz saber que estás tan cerca de nosotros y desde ahí nos pides permiso para obrar el bien, para hacer felices a los demás realizando tu obra en la tierra.

Ahora solo falta creérnoslo y ya tendremos la mitas del camino hecho para comprender lo que es rezar el Padrenuestro.

sábado, 12 de marzo de 2011

Cuaresma, ¿que esperas de nosotros?

La cuaresma nos invita a tres cosas:

  1. -Vivir el ayuno como signo de autocontrol y libertad
  2. -Vivir la oración como signo de nuestra abertura  a Dios y
  3. -Vivir la limosna como símbolo de abertura al prójimo.

El Señor nos llama a vivir, a que lleguemos a ser y cada victoria es pascua, Dios no quiere meras mortificaciones, sino que nos convirtamos a una autentica calidad de vida, lo que pretende es hacernos disponibles para vivir el amor de su comunicación total, Él lo pone todo en común, todo lo mío es tuyo, de el viene todo la libertad, confianza y seguridad.

 

Procuremos realizar esta cuaresma una triple conversión:

  1. del pecado a la gracia,
  2. del individualismo a la espiritualidad de comunión y
  3. de la insolidaridad a la opción preferencial por los pobres, a la caridad

jueves, 10 de marzo de 2011

Viernes después de ceniza

Hoy parece que el Señor no le da importancia al ayuno, además su estilo de vida es de alegría, se compara con el novio, pero también anuncia que no siempre estará y entonces ya ayunarán.

Ayunar es ejercitar el autocontrol, (no cerrarnos en nosotros mismos) para buscar la libertad de todo lo que nos esclaviza, egoísmos, sensualidad, apetencias, orgullos; crucificar lo que el mundo busca y con mayor libertad poder decir no, a una sociedad que nos invita a más y más gastos, para satisfacer necesidades que nos creamos nosotros mismos.

Es ayunar para poder dar mayor cabida a Dios y al prójimo en nuestra vida, si la falta de caridad continua, poco puede agradarle a Dios nuestro ayuno, el ayuno debe ir unido a la caridad a la justicia.

Negarse a si mismo no es buscar cruces raras, la vida de cada día ya nos ofrece ocasiones de practicar este ayuno que agrada a Dios, este Vía Crucis hacia la pascua.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Jueves después de ceniza

De que sirve recordar que somos pecadores si luego nos quedamos solo en el recuerdo.

Es lo que el Señor quiere evitar hoy, por eso nos dice, “ven conmigo”. También, quizás se nos ha pasado, dice “carga con tu cruz”, esta parte no acabamos de entenderla, bastante tenemos con soportarla cuando llega, ojalá el amor a ti Señor nos hiciera la cruz deseada, pero aunque te conocemos nos cuesta. Y me pregunto yo, ¿realmente te conocemos?, pienso que no, hemos perdido la capacidad de maravillarnos de ti, de tu amor, de tu siendo Dios hacerte hombre, ¿Como se puede seguir alguien en quien no se tiene interés?.

Renovemos nuestra capacidad de sorprendernos porque es lo previo a desear “ir contigo” y otro día hablaremos de mayor entrega, pero cada cosa a su tiempo, que lo mucho harta, tanto en lo material como en lo espiritual y todavía queda cuaresma.

FRANCISCO PALAU. ocd.: F. PALAU, Un gran testimonio de amor a la Iglesia

FRANCISCO PALAU. ocd.: F. PALAU, Un gran testimonio de amor a la Iglesia

Primer domingo de Cuaresma

Extracto del Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2011
El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida (cf. Ordo Initiationis Christianae Adultorum, n. 25). Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con Él, una lucha “contra los dominadores de este mundo tenebroso” (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.

Diez reflexiones sobre la laicidad

Por el Observatorio Internacional cardenal Van Thuân

VERONA, jueves, 19 julio 2007

El «Observatorio Internacional cardenal Van Thuân sobre Doctrina Social de la Iglesia» está promoviendo una reflexión orgánica sobre la laicidad, que «actualmente --advierte-- es la encrucijada de muchísimas problemáticas éticas, sociales y políticas».

En su web ofrece diversas reflexiones que ha producido sobre este actualísimo tema.

Un primer fruto es el estudio de monseñor Giampaolo Crepaldi, secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, aparecido en el «Boletín de Doctrina Social de la Iglesia» 1 (2006) con el título «Breves notas sobre la laicidad en J. Ratzinger – Benedicto XVI».

A éste le seguirán otras profundizaciones, anuncia el Observatorio en su Boletín de Noticias n. 94 del pasado 16 de julio. De hecho, uno de los próximos fascículos del «Boletín de Doctrina Social de la Iglesia» se dedicará por entero a esta cuestión, con aportaciones de diversos países del mundo en los que la laicidad y el laicismo asumen formas diversas.

Mientras tanto, el Observatorio ha querido sintetizar en diez puntos sus reflexiones sobre la laicidad, que publicamos a continuación.
10 PUNTOS SOBRE LA LAICIDAD

1. La laicidad se entiende hoy como ámbito público de la razón neutra de absolutos
Hoy se tiende a concebir la laicidad como el ámbito de la sola razón, o sea, de la razón que considera la fe religiosa como irracional y por lo tanto no digna de entrar en el debate público. La consecuencia es la reducción de la religión a secta y una tolerancia que equipara entre sí a todos los dioses. La laicidad como neutralidad de los absolutos acepta la religión sólo según tres modalidades: como hecho privado, como secta en el mercado de los sentimientos religiosos, como vaga y genérica mística. Las tres modalidades niegan a la religión una dimensión pública.

2. Esta laicidad neutra de los absolutos es a su vez un absoluto

Esta concepción de la realidad rigurosamente racional tiene su propia absolutidad, la absolutidad del conocimiento racional, la tesis de la exclusiva validez del conocimiento científico y, como consecuencia, se convierte en contestación de la absolutidad religiosa. La laicidad que pretende ser neutra de los absolutos es a su vez una opción absoluta, un dogma.


3. Pero una razón absoluta es imposible

La razón que quiera permanecer fiel a sí misma, o sea, auténtica razón, no puede renunciar a la propia relación con la fe. Si la razón no se abre a la fe, absolutizándose así ella misma, no es por motivos racionales, sino o por una forma de fideísmo de la razón o por una forma de racionalismo de la fe, esto es, una razón que se convierte en religión laica y una religión que se convierte únicamente en gris ética social.


4. El rechazo político del cristianismo es también rechazo de la razón

Rechazando el cristianismo, el Estado occidental rechaza también la razón que el cristianismo llevaba consigo y se entrega así a los dioses.

El cristianismo no se remite a las divinidades del mito, sino al Dios como único ser y verdad del Logos griego. El Dios cristiano no es, sin embargo, sólo verdad; es también amor. Pero el hecho de que sea amor no suprime su ser verdad. «Subsiste una primordial identidad entre verdad y amor». De este modo el cristianismo unifica la verdad y la vida. No puede prescindir de la verdad, y en esto asume las exigencias racionales, pero no acepta la separación entre verdad y vida que la razón, sola, querría proponer.


5. La «autolimitación» de la razón absoluta

La laicidad como razón pública que quiere eliminar la propia relación con la fe se somete a un inevitable proceso. Tiende a ser absoluta, pero para ser absoluta debe limitar el sentido y el ámbito de la propia verdad. Si se mantuviera abierta a lo trascendente, no podría decirse absoluta. Para hacerlo debe reducir su propia pretensión de verdad, a fin de poderse jactar en sí misma de un saber absoluto. La conclusión es la reducción de la verdad a los mínimos términos de cuanto se puede probar con los experimentos.


6. De la razón absoluta a la «dictadura del relativismo»

He aquí la transición de una razón absoluta, así entendida, a la «dictadura del relativismo». De cualquier verdad que no sea fruto de cálculo o experimento, la laicidad positivista asume una actitud de duda dogmática. Su única certeza es la duda; duda de todo, excepto de la propia dubitación. De este modo proclama el relativismo, pero lo proclama dogmáticamente, como el último dogma que queda tras la desconstrucción de la verdad, por lo tanto como última y definitiva verdad.

El hombre ya no admite instancia moral alguna fuera de sus cálculos y así los deseos se transforman en derechos.


7. La «auto-autorización» del actuar humano, o sea, el nihilismo de la técnica

Si la medida del hombre es su capacidad estamos en el nihilismo de la técnica y el hombre puede «auto-autorizarse» a hacer todo lo que sea capaz de hacer. La constatación de que la dictadura del relativismo lleva al nihilismo de la técnica decreta la insostenibilidad de una laicidad desgajada de la trascendencia. Se dice que la verdadera laicidad es la que no sólo admite o tolera la trascendencia, sino que también siente su necesidad y la promueve. En el plano de la praxis política concreta, la verdadera laicidad asume dos actitudes fundamentales: a) no pide a los creyentes que se despojen de su fe cuando participan en el debate público para asumir las únicas vestiduras de la razón; b) no concede liberad de palabra sólo a los individuos creyentes, sino también a las comunidades religiosas como tales. Esto, desde el punto de vista de la política, significa reconocer a la comunidad religiosa el derecho de ser sujeto de cultura social y política.


8. La laicidad tiene necesidad de trascendencia

Si sólo una laicidad que no excluya la trascendencia puede ser verdaderamente laica, entonces, al menos, la laicidad debe razonar «como si Dios existiera».


9. No todas las religiones garantizan por igual la apertura a la trascendencia

No todas las religiones son adecuadas por igual para garantizar a la política la necesaria trascendencia. Una religión como el budismo, por ejemplo, que propone la disolución de la persona en el uno-todo, es menos capaz de garantizar en sentido trascendente los derechos de la persona que una religión como la cristiana, para la cual el encuentro con Dios será un encuentro personal. Es interés de la laicidad no caer en el «lo mismo da» [en el ámbito religioso].


10. La laicidad, el cristianismo y Occidente

El concepto de laicidad existe sólo en Occidente. Pero precisamente aquí, en Occidente, la laicidad ha asumido los caracteres de la dictadura del relativismo. Sólo aquí en Occidente, por lo tanto, puede ocurrir que la laicidad supere los rasgos de la dictadura del relativismo y se reabra a la trascendencia. Dado que, sin embargo, no todas las religiones son capaces de permitir a Occidente realizar esto en armonía con sus mejores conquistas, sino sólo el cristianismo, es evidente que Occidente no puede permitirse cortar los puentes con el cristianismo. La laicidad no es posible sin el cristianismo. Ciertamente el cristianismo no coincide con Occidente, pero si Occidente corta sus vínculos con el cristianismo, se pierde también de vista a sí mismo. Abriéndose indiscriminadamente a todo cuanto es externo, ya sin confianza en sí mismo y sin contar con el vínculo con el cristianismo, Occidente ya no logra integrar nada, tampoco en sí mismo.

viernes, 4 de marzo de 2011

El Pare Palau: Amor a l'Església

Fa ja uns quants díes que a La Vanguardia es va publicar un article d'opinió del Cardenal Lluís Martínez Sistach sobre el Pare Palau. El cardenal el va mostrar com a exemple del seu amor a l'Església. Us facilitem un enllaç per a què ho pogueu llegir.

martes, 1 de marzo de 2011

Biblia Infantil

Es un trabajo del centro de recursos del Ministerio de educación
Pienso que merece la pena verlo
http://recursos.cnice.mec.es/bibliainfantil/

BIENAVENTURANZAS DEL SEMINARISTA día del seminario 2011

Todo sobre el día del seminario en este enlace

A partir de la carta de Benedicto XVI a los seminaristas (18-X-2010)

Feliz el seminarista que…

• Camina hacia el ministerio sacerdotal a pesar de las objeciones del
ambiente, porque sabe que los hombres siguen tiendo necesidad de
Dios hoy, mañana y siempre.
• Ha descubierto que Dios está vivo y que necesita de hombres que
vivan para Él y que lo lleven a los demás.
• Ha descubierto que no se llega a ser sacerdote solo sino en una
comunidad de discípulos.
• Pone en el centro de su vida la relación personal con Dios en
Jesucristo para llegar a ser mensajero de Dios entre los hombres.
• Aprende a vivir en contacto permanente con Dios, como punto de
referencia que le hace descubrir tanto los errores como todo lo
hermoso y bueno que hay en su vida.
• Sabe celebrar la Eucaristía con participación interior para encontrarse
a Cristo en persona.
• Aprende a conocer, entender y amar la liturgia de la Iglesia como un
gran coro de oración con los fieles de todos los tiempos.
• Vive el sacramento de la Penitencia con una conciencia agradecida
de que Dios siempre está dispuesto al perdón, sin ser escrupuloso
pero luchando por la santidad y la santificación.
• Reconociendo su miseria, llega a ser más tolerante y comprensivocon las debilidades del prójimo.
• Sabe apreciar una piedad popular purificada y centrada en lo
esencial que le permite integrase con el Pueblo de Dios.
• Estudia con tesón y aprovecha los años de estudio para conocer y
comprender la estructura interna de la fe.
• Va consiguiendo un equilibrio justo entre corazón y mente, razón y
sentimiento, cuerpo y alma, para llegar a ser humanamente íntegro.
• Camina vigilante y atento en un proceso de discernimiento para vivir
una humanidad auténtica, pura y madura en la vida celibataria.
• Sabe vivir su propia espiritualidad particular en el conjunto de las
diversas formas de espiritualidad suscitadas como dones del Espíritu
a la Iglesia.
• Vive su etapa en el seminario como un periodo en el que aprende
con los otros y de los otros.
• Asimila la generosidad y la tolerancia para hacer posible el
enriquecimiento mutuo en la vida comunitaria.

Se acerca el día del seminario

Oración




Señor Jesús,
que nos prometiste: «pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá»,
regálanos las vocaciones sacerdotales
que tanto necesita tu Iglesia y el mundo de hoy.
Haz que las familias sean el campo fértil donde puedan germinar.
Bendice el trabajo apostólico de catequistas y educadores,
para que logren despertar y madurar la vocación sacerdotal
en aquellos que tú, Señor, has elegido a tu servicio.
Ilumina la tarea educativa de los formadores del Seminario
para que creen un verdadero cenáculo
donde el encuentro contigo ayude a cada seminarista
a configurar su corazón, de Buen Pastor, con el tuyo.
Que Santa María, Reina de los Apóstoles,
lleve de la mano a los seminaristas y sacerdotes para que sean realmente gloria de la Iglesia
y un verdadero don de Dios para el mundo.
Amén
DÍA DEL SEMINARIO 2011
El sacerdote, don de Dios para el mundo