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viernes, 22 de abril de 2011

En la Vigilia Pascual

La cuaresma encuentra su culminación en el Triduo Pascual, en particular en la Vigilia Pascual: al renovar las promesas bautismales, reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos «del agua y del Espíritu Santo», y confirmamos de nuevo nuestro firme compromiso de corresponder a la acción de la Gracia para ser sus discípulos.
Nuestro sumergirnos en la muerte y resurrección de Cristo mediante el sacramento del Bautismo, nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón del peso de las cosas materiales, de un vínculo egoísta con la «tierra», que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al prójimo. En Cristo, Dios se ha revelado como Amor (cf. 1 Jn 4, 7-10).

martes, 19 de abril de 2011

Jueves Santo

La Misa del Jueves Santo es una celebración entrañable en la que nos podemos sentir como si fuéramos uno de los apóstoles que, presididos por Jesús, participó en la cena de despedida, coincidiendo con la cena pascual que hacían todos los judíos. Aquella última cena de Jesús con sus discípulos contenía toda la densidad de una despedida para ir a la muerte, y todo el mensaje de la institución de un memorial, que quedará por siempre presente en la vida de los seguidores de Jesús: Haced esto en memoria mía, les dijo.

Durante la cena, Jesús lavó los pies a los apóstoles. Era una lección práctica y esencial para quienes después celebrarían o participarían de la Eucaristía. Fue el testamento de la caridad fraterna. Podemos entender perfectamente que en la mente de Jesús el amor y el servicio entre hermanos no es un añadido a la Eucaristía o una consecuencia moral de la misma, sino que forma parte esencial de la celebración. Con otras palabras: una Eucaristía sin apertura al hermano no sería de ninguna manera la Eucaristía que Jesús quiso.

viernes, 1 de abril de 2011

Domingo IV Cuaresma

Del Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2011

El domingo del ciego de nacimiento presenta a Cristo como luz del mundo. El Evangelio nos interpela a cada uno de nosotros: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?». «Creo, Señor» (Jn 9, 35.38), afirma con alegría el ciego de nacimiento, dando voz a todo creyente. El milagro de la curación es el signo de que Cristo, junto con la vista, quiere abrir nuestra mirada interior, para que nuestra fe sea cada vez más profunda y podamos reconocer en él a nuestro único Salvador. Él ilumina todas las oscuridades de la vida y lleva al hombre a vivir como «hijo de la luz».

martes, 22 de marzo de 2011

Martes II Cuaresma

El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

Tal y como se lee, parece que habla de la humillación voluntaria, la de la renuncia a tener la razón parra evitar conflictos, la de dar el brazo a torcer y reconocernos infalibles y cosas por el estilo.

Es que a veces, da la impresión de que tenemos que ir dándole las gracias a los que nos humillan, porque nos hacen más fácil el camino del cielo, pues bueno, gracias, pero no os esforcéis tanto que hay más gente en el mundo, no es por nada pero también dice: “Lavaos, purificaos, apartad de mí vista vuestras malas acciones: dejad de obrar mal, aprended a obrar bien, buscad la justicia, defended al oprimido. Entonces, venid y litigaremos- dice el Señor”.

Ojalá pusiéramos el mismo empeño en hacer el bien, lo difícil es que para hacer el bien hay que estar cerca del que es el mismo Bien, entonces nos daremos cuenta de lo preciosa que es nuestra vida y querremos disfrutarla, saborearla y compartirla, descubriendo lo que perdemos cuando nos alejamos de nuestra propia vida para vivir la de los demás, vive tu vida y disfrutala.

martes, 15 de marzo de 2011

Martes I Cuaresma

Señor enséñanos a orar, preciosa súplica que el Señor pone en nuestro corazón, como cuando le dice a Pedro, “eso que has dicho tu, te lo ha revelado mi Padre que está en los cielos” (Cf. Mt 16, 16-18).

A Dios le encanta hablar al corazón, hasta el punto de permanecer en nuestro corazón cuando nosotros, sarmientos, nos insertamos en Él, la vid, por el bautismo; y desde nosotros, ama al Padre y a nuestros hermanos, que maravilloso estado de paz saber que estás tan cerca de nosotros y desde ahí nos pides permiso para obrar el bien, para hacer felices a los demás realizando tu obra en la tierra.

Ahora solo falta creérnoslo y ya tendremos la mitas del camino hecho para comprender lo que es rezar el Padrenuestro.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Primer domingo de Cuaresma

Extracto del Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2011
El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida (cf. Ordo Initiationis Christianae Adultorum, n. 25). Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con Él, una lucha “contra los dominadores de este mundo tenebroso” (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.