La cuaresma nos invita a tres cosas:
- -Vivir el ayuno como signo de autocontrol y libertad
- -Vivir la oración como signo de nuestra abertura a Dios y
- -Vivir la limosna como símbolo de abertura al prójimo.
El Señor nos llama a vivir, a que lleguemos a ser y cada victoria es pascua, Dios no quiere meras mortificaciones, sino que nos convirtamos a una autentica calidad de vida, lo que pretende es hacernos disponibles para vivir el amor de su comunicación total, Él lo pone todo en común, todo lo mío es tuyo, de el viene todo la libertad, confianza y seguridad.
Procuremos realizar esta cuaresma una triple conversión:
- del pecado a la gracia,
- del individualismo a la espiritualidad de comunión y
- de la insolidaridad a la opción preferencial por los pobres, a la caridad
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